LOS JUEGOS INFANTILES
(216) Aquellos muchachos de la posguerra propiamente dicha- porque de la posguerra literalmente somos todos los nacidos después... hasta que no se produzca otra de tal calibre y anule a la anterior- ya que conocimos la cartilla del racionamiento y nos pusimos en alguna que otra cola para adquirir producto de suma –nunca mejor dicho- necesidad, obviando el tabaco, que sí era de necesidad en aquella cultura del aprendiz de hombre. Recuerdo como mi abuelo me dio mi primer cigarro ... (ver texto completo)
(216) Aquellos muchachos de la posguerra propiamente dicha- porque de la posguerra literalmente somos todos los nacidos después... hasta que no se produzca otra de tal calibre y anule a la anterior- ya que conocimos la cartilla del racionamiento y nos pusimos en alguna que otra cola para adquirir producto de suma –nunca mejor dicho- necesidad, obviando el tabaco, que sí era de necesidad en aquella cultura del aprendiz de hombre. Recuerdo como mi abuelo me dio mi primer cigarro ... (ver texto completo)
(217)….El saber jugar a las cartas o la baraja en callejas o huertos en sitios con paredes resguardadas o dar pasos de baile durante los paseos, que la mayoría transcurrían detrás de un grupo de muchachas sin que muchas veces mediaran algunas palabras. A veces sí, ¡hombre!... Tampoco las muchachas eran tan poco amistosas. Pero a decir verdad, se veían atraídas por aquellos muchachos que venían principalmente de Madrid o porque traían bicicletas u otros juegos. Una de aquellas bicicletas, que las ... (ver texto completo)