Pizarra y el pizarrín. Aprendimos a escribir en la pizarra con el pizarrín y ahora nos encontramos con ordenadores y otros aparatos que en tiempos de nuestra niñez no existían. Entre lo uno y lo otro hay casi una vida. En aquellos tiempos en la pared de cada clase el crucifijo colgaba y los retratos de José Antonio y Franco.
La educación estaba completamente separada por sexo, el mundo de las chicas y el mundo de los chicos. Lo que reinaba era el desconocimiento mutuo. La trayectoria educativa se bifurcaba a la temprana edad de 10 años. Y los caminos que se seguían conducían a destinos distintos, trabajar o seguir con los estudios.
No olvidaremos el pupitre escolar que era con dos asientos abatibles, rejilla de madera para apoyar los pies y protegerlos del frío suelo. Y tablero inclinado con leja para guardar los libros o carteras y orificios para los tinteros.
La mesa del maestro era diferente y estaba adaptada para poner el brasero en invierno para tener algo de calor y los pupitres rejilla y cuando más se entraba en calor era en el recreo jugando a juegos de la época.
¡Jesús, Jesús............. pizarra y pizarrín! ... (ver texto completo)
La educación estaba completamente separada por sexo, el mundo de las chicas y el mundo de los chicos. Lo que reinaba era el desconocimiento mutuo. La trayectoria educativa se bifurcaba a la temprana edad de 10 años. Y los caminos que se seguían conducían a destinos distintos, trabajar o seguir con los estudios.
No olvidaremos el pupitre escolar que era con dos asientos abatibles, rejilla de madera para apoyar los pies y protegerlos del frío suelo. Y tablero inclinado con leja para guardar los libros o carteras y orificios para los tinteros.
La mesa del maestro era diferente y estaba adaptada para poner el brasero en invierno para tener algo de calor y los pupitres rejilla y cuando más se entraba en calor era en el recreo jugando a juegos de la época.
¡Jesús, Jesús............. pizarra y pizarrín! ... (ver texto completo)