RELATOS AL ATARDECER - CCCXLVIII
LOS MONJES Y CARACOL. Dos monjes paseaban por el jardín de un monasterio taoísta. De pronto, uno de ellos vio en el suelo un caracol y lo cogió justo antes de que su compañero lo aplastara. Mira, hemos estado a punto de matar este caracol, que debe sobrevivir para continuar sus ciclos de reencarnación, dijo depositándolo de nuevo en la hierba. ¡Inconsciente! Salvando a este caracol pones en peligro las lechugas que nuestro jardinero cultiva con tanto cuidado, exclamó, ... (ver texto completo)
LOS MONJES Y CARACOL. Dos monjes paseaban por el jardín de un monasterio taoísta. De pronto, uno de ellos vio en el suelo un caracol y lo cogió justo antes de que su compañero lo aplastara. Mira, hemos estado a punto de matar este caracol, que debe sobrevivir para continuar sus ciclos de reencarnación, dijo depositándolo de nuevo en la hierba. ¡Inconsciente! Salvando a este caracol pones en peligro las lechugas que nuestro jardinero cultiva con tanto cuidado, exclamó, ... (ver texto completo)