Este
pozo de “La
Fuente” siempre ha tenido mucha
agua por muchos cantaros que sacaran. Incluso en tiempos de sequía estaba muy lleno.
Otros
pozos, como “El Manantío” y “El Secretario”, en
verano tenían poca agua y el de “
Salorino” se secaba pronto porque manaba poco y era su agua la más preciada de todas. Por las mañanas, con la fresca, iban las mujeres a por el agua con el cántaro en la cabeza, el trayecto resultaba entretenido hablando. Toda la gente se conocía desde pequeños y había mucha relación.
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