NINFEA
Irritado por los desprecios de la diosa Diana, Cupido tomó un día sus flechas, montó su
arco, cogió una de ellas y la apuntó al corazón de Diana.
La flecha voló a su blanco, pero no hirió a Diana, quien en un rápido movimiento logró esquivarla.
Sin embargo, la flecha atravesó el seno de Ninfea, una de las ninfas de Diana.
Ninfea quedó así enamorada, y su corazón experimentó lo que nunca antes había sentido; un ardor desconocido la consumía.
Se debatió entonces entre un deseo ciego
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