El problema no son las personas. éstas se convierten en problema, acaso en un verdadero estorbo, cuando no se acompañan de ideas, de creatividad, de entusiasmo para conseguir todo lo posible, para evolucionar en este siglo XXI.
El pasado, pasado está. Pero si alguien pretende seguir anclado en el pasado, irremediablemente los nuevos vientos lo acabarán desplazando como el viento a las olas.
Inteligencia, liderazgo, independencia económica, capacidad y buenas espaldas para soportar lo propio y lo ajeno se pide siempre "al otro" ¿Y a uno mismo?
Algunos Ayuntamientos y comunidades son "perro flaco" al que se exprime y del que algunos se aprovechan. Son conductas más cerca de la miseria que de la altura de miras. Son buenas algunas oportunidades para reflexionar y en acto de altruismo saber dar paso a otros, fomentar y alentar este paso y colaborar para que eso sea posible, o permanecer cambiando de estilo de vida y de formas de enfocar un futuro al que todos tenemos derecho. Y por ese futuro se debe luchar.
Nadie nos cambia nada si nada cambiamos nosotros ¿Estamos dispuestos?
EL MOSQUITO
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