Entre Virgo, con el candil, y Chengue, con el carburo, me están entrando ganas de escribir una elegía a la linterna de la
pila cuadrá. El carburo, no obstante, duraba poco; luz intensa pero efímera. El candil era más constante, aunque tenue. Con la
piedra de carburo se hacían unos petardos de p. m. ¿os acordáis? En esa
foto, efectivamente, se encuentra mi tía Ángela Torino- gran y buena mujer. Del resto conozco a alguna, pero no recuerdo sus nombres, excepto de la madre de MAM, que lo ha dicho él.
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