Siente, Virgo, la añoranza
por el candil con torcía
y recuerda aquellos días
de tenue luz y esperanza
Y el tal Chengue, le contesta
-añorándolo, igualmente-
que el carburo, fue decente,
sin tener torcía puesta…
... (ver texto completo)
por el candil con torcía
y recuerda aquellos días
de tenue luz y esperanza
Y el tal Chengue, le contesta
-añorándolo, igualmente-
que el carburo, fue decente,
sin tener torcía puesta…
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La linterna que era como una petaca y tenía el faro en su parte delantera era muy bonita, pero se apagaba muchas veces porque no hacía buen contacto, siempre metiendo cuñas de papel para empujarla adelante y no había manera, lo suyo era hacer cabrear al que la llevaba, y daba lugar a que se escaparan muchas ranas y pardales.