Este hombre, a la sazón mi tío, Juan, sí manejaba el trapo mojado con destreza. Y, lo que más es de admirar, es que lo manejaba con un concepto de la igualdad que ya quisieran los progres de ahora. Le daba igual que fueses varón, hembra,
familia, no familia, etc., él no se andaba con tonterías. Me alegro mucho por el
homenaje que le han dado los de la peña, se lo merece como pocos. Aun recuerdo aquellos partidos en blanco y negro, en la TV del
salón de abajo (llena de rayas) Y me acuerdo mucho de
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