Que agustito que estaban el Domingo por la mañana, compartiendo un refresco y contando sus cosillas. Quica, ya os podeis imaginar, con su buen humor como de costumbre. Felicidad, se nota la ausencia de tu familia en la calle, mi padre siempre estaba bromeando con Julia; recuerdo muchas noches de verano cuando volviamos de tomar algo, en el rinconcino todos tapados con mantas, que bonitos recuerdos de los vecinos. Un beso