Buenos días, está esto como muy apagaino, bueno, aquí os dejo algo para quien quiera entretenerse un rato.
ESCENA VI
Don Juan y Don Luis.
DON LUIS.- (Aparte) Buen talante.
A Don Luis
bienvenido, caballero.
DON LUIS.-Bien hallado,
señor mío.
DON JUAN.-Sin cuidado hablad.
DON LUIS.- Jamás lo he tenido.
DON JUAN.- Decid, pues: ¿a qué venís
a esta hora y con tal afán?
DON LUIS.- Vengo a mataros, Don Juan.
DON JUAN.- Según eso, ¿sois Don Luis?
DON LUIS.- No os engañó el corazón,
y el tiempo no malgastemos,
Don Juan; los dos no cabemos
ya en la tierra.
DON JUAN.- En conclusión,
señor Mejía: ¿es decir
que, porque os gané la apuesta,
queréis que acabe la fiesta
con salirnos a batir?
DON LUIS.- Estáis puesto en la razón;
la vida apostado habemos,
y es fuerza que nos paguemos.
DON JUAN.- Soy de la misma opinión.
Mas ved que os debo advertir
que sois vos quien la ha perdido.
DON LUIS.- Pues por eso os la he traído,
mas no creo que morir
deba nunca un caballero
que lleva en el cinto espada,
como una res destinada
por su dueño al matadero.
DON JUAN.- Ni yo creo que resquicio
habréis jamás encontrado
por donde me hayáis tomado
por un cortador de oficio.
DON LUIS.- De ningún modo; y ya veis
que, pues os vengo a buscar,
Mucho en vos debo fiar.
DON JUAN.- No más de lo que podéis.
Y por mostraros mejor
mi generosa hidalguía,
decid, si aun puedo, Mejía,
satisfacer vuestro honor.
Leal la apuesta os gané;
mas si tanto os ha escocido,
mirad si halláis conocido
remedio y le aplicaré.
DON LUIS.- No hay más que el que os he propuesto,
Don Juan. Me habéis maniatado,
y habéis la casa asaltado,
usurpándome mi puesto;
y pues el mío tomasteis
para triunfar de Doña Ana,
no sois vos, Don Juan, quien gana,
porque por otro jugasteis.
DON JUAN.- Ardides del juego son.
DON LUIS.- Pues no os lo quiero pasar
Y por ellos a jugar
vamos ahora el corazón.
DON JUAN.- ¿Le arriesgáis, pues, en revancha
de Doña Ana de Pantoja?
DON LUIS.- Sí; y lo que tardo, me enoja,
en lavar tan fea mancha.
Don Juan, yo la amaba, sí;
mas con lo que habéis osado
imposible la hais dejado
para vos y para mí.
DON JUAN.- ¿Por qué la apostasteis, pues?
DON LUIS.- Porque no pude pensar
que la pudieras lograr.
y… vamos, por San Andrés,
a reñir, que me impaciento.
DON JUAN.- Bajemos a la ribera.
DON LUIS.- Aquí mismo.
DON JUAN.- Necio fuera; ¿no veis que en este aposento
prendieran al vencedor?
vos traéis una barquilla.
DON LUIS.- Sí.
DON JUAN.- Pues que lleve a Sevilla
al que quede.
DON LUIS.- Eso es mejor;
salgamos, pues.
DON JUAN.- Esperad.
DON LUIS.- ¿Qué sucede?
DON JUAN.- Ruido siento.
DON LUIS.- Pues no perdamos momento.
ESCENA VII
Dichos y Ciutti.
CIUTTI.- Señor, la vida salvad.
DON JUAN.- ¿Qué hay, pues?
CIUTTI.- El Comendador
que llega con gente armada.
DON JUAN.- Déjale franca la entrada,
pero a él solo.
CIUTTI.- Mas, señor...
DON JUAN.- Obedéceme.
Vase Cicutti.
PD: No me ha dado tiempo a más. Besos Membriller@s.
... (ver texto completo)