No estuvo mas en sí, ni más entero
que el buen pollino Amyclas, el barquero,
cuando en su humilde choza le despierta
César, con sus soldados a la puerta,
para que a la Calabria los guiase.
¿Se podría encontrar quien no temblase
entre los poderosos
de insultos militares horrorosos
de la guerra enemiga?
No hay sino la pobreza que consiga ... (ver texto completo)
que el buen pollino Amyclas, el barquero,
cuando en su humilde choza le despierta
César, con sus soldados a la puerta,
para que a la Calabria los guiase.
¿Se podría encontrar quien no temblase
entre los poderosos
de insultos militares horrorosos
de la guerra enemiga?
No hay sino la pobreza que consiga ... (ver texto completo)