Que no hay que ver mal el Año Nuevo, el no tiene la culpa de nada tanto de la malo como de lo bueno, somos el ser humano quien hacemos y desacemos, el viene como todos los anteriores con ganas de dar paz y felicidad, por lo tanto le recibamos con esperanza. Saludos
Tienes razón "VIRGO"... cambiando de gafas todo se soluciona y con el "
color" del cristal. Eso le pasaba a un conocido antigüo
restaurante (ahora que estamos de cena) que ponia un pollo barato con la condición de que se comiese con gafas... y es que el pollo en cuestión era un pájaro... pero parecía un pollo. Moraleja: Nada es lo que parece: una mitad de naranja boca abajo y en el
agua... parece una naranja entera. SALUDOS.