Pobrecita pared del tejar, cuando había estas riadas el
agua empujaba mucho la pared y alguna
piedra se llevaba, también hubo que tapar algún portillo. Junto a la pared hay un
pozo y más de una vez mi madre con las vecinas venían a lavar la ropa en
verano. Al otro lado hay una
fuente y también había lavanderas, estas paredes se ponían blancas de la ropa tendida a secar.
Como dicen: Ahora no es como antes, lo digo porque más de una vez hubo buenas
tormentas y relámpagos y se refugiaban debajo del
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