EL ANCIANO.
Un anciano que pasaba los días sentado en un banco de la plaza que estaba a la entrada del pueblo, era muy querido por sus vecinos y siempre contestaba con mucha sabiduría a cualquier pregunta que le hicieran.
Un día, un joven se le acercó y le preguntó: Hola, señor, acabo de llegar a este pueblo, ¿me puede decir, cómo es la gente de este lugar?.
Hola hijo, ¿De dónde vienes?, preguntó el anciano. De un pueblo muy lejano. Dime, ¿cómo es la gente allí?. Son egoístas, envidiosos, malvados, ... (ver texto completo)
Un anciano que pasaba los días sentado en un banco de la plaza que estaba a la entrada del pueblo, era muy querido por sus vecinos y siempre contestaba con mucha sabiduría a cualquier pregunta que le hicieran.
Un día, un joven se le acercó y le preguntó: Hola, señor, acabo de llegar a este pueblo, ¿me puede decir, cómo es la gente de este lugar?.
Hola hijo, ¿De dónde vienes?, preguntó el anciano. De un pueblo muy lejano. Dime, ¿cómo es la gente allí?. Son egoístas, envidiosos, malvados, ... (ver texto completo)