En
Extremadura hay geriátricos que se están quedando con más huecos que nunca. En algunos casos ocurre por el elevado coste de unas
plazas a las que no se puede hacer frente y en otros porque las
familias necesitan rescatar al abuelo de la residencia y devolverlo a
casa para seguir adelante tirando de su pensión. La primera razón la apunta el Sepad, el servicio autonómico de atención a la dependencia, desde el que se asegura que es algo que sucede en las residencias privadas y que, por el momento,
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