MEMBRIO (Cáceres)

Si... andais con broma, la "Azabuche" lleva agua
Foto enviada por AMIGOS DEL PATRIMONIO

Llueve, llueve, llueve,

y tengo, en alma y carne, como un frescor de nieve.

Poema de Juana de Ibarbourou
Y siento, en la vacuidad

del cerebro sin sueños, la voluptuosidad

del placer infinito, dulce y desconocido,

de un minuto de olvido.
Y es, sobre mi cuerpo por el agua empapado,

como un maravilloso y estupendo tocado

de gotas cristalinas, de flores deshojadas

que vuelcan a mi paso las plantas asombradas.
Después es el asombro

de un labriego que pasa con su azada en el hombro.

Y la lluvia me cubre

de todas las fragancias que a los setos de Octubre.
Un pájaro se baña

en una charca turbia. Mi presencia le extraña.

Se detiene... Me mira... Nos sentimos amigos...

¡Los dos amamos mucho cielos, campos y trigos!
Y voy, senda adelante,

con el alma ligera y la cara radiante.

Sin sentir, sin soñar,

llena de la voluptuosidad de no pensar
Bajo la lluvia

¡Cómo resbala el agua por mi espalda!

¡Cómo moja mi falda

y pone en mis mejillas su frescura de nieve!

Llueve, llueve, llueve.