JOTA DEL EMIGRANTE EXTREMEÑO
POESÍA
Tu que esperaste la espiga,
como espera la hoja al viento,
tu que le diste tu aliento
y el oro de tus fatigas,
que gritaste ¡tierra amiga!
dame el pan de tus terrones,
que mordiste los pezones
de los pechos de la tierra
que sucia ciudad te encierra
bajo sus caparazones.
Que tu cuerpo, no se doble
para besar el asfalto,
que no hay corazón más alto,
ni más puro, ni más noble.
Escucha esa voz de roble
que hace mella en tu costado
no es una voz del pasado
es esa voz de tus sueños
que grita al mundo ¡extremeño!
¡La espiga ha resucitado!.
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