Pues, en esta ocasión sí mereció la pena, verás: al salir del pueblo en una calleja, nos enconteamos un vicho muerto, pero muy raro, raro; tenía los ojos muy grandes como de gato, la cabeza bastante redonda, (4 especie.. de patítas) y una especie de cola que la punta se separaban como dos patas-aletas. Pensamos que se podía tratar de alguna salamandra, pero los que le vieron al acercarse decían que no, todos se quedaban sorprendidos, y esque el vicho era raro, raro.. ¡ámos, que mú ráro! Le saqué ... (ver texto completo)