En este
bar el
amigo Eugenio se encontraba como en su
casa, se tomaba su café, se agarraba el diario deportivo entreteniéndose con el mundo del
futbol del que conocimiento sobrao estaba, charlaba con unos y otros, al
juego de las cartas que tambien les gustaba, de vez en cuando mostraba su disconformidad del juego del compañero, que al final tambien invitaba, destacando en su buena convivencia, nunca le escuche algún insulto, ni una mala palabra, solo alzaba la voz para defender a su ATLETICO DE
... (ver texto completo)