¡Dios, mío! Sin saber nadar... Y mis padres se fiaban de mi... Creo que todos hemos dado la vuelta completa a la charca...
AMAPOLA, en aquellos tiempos nos poníamos en peligro habitualmente sin tener esa sensacion, manejabamos mucho mejor la situación que hoy en dia, andábamos por las calles salvando los gorrones sin torcernos los pies, actualmente dos losas que falten en la vía publica la vemos y nos da el "tilin", nos caemos y de paso a denunciar, se padece flojera mental en busca de sacar dinero a quien le corresponda, en épocas atrás esto no pasaba. SALUDOS.