Lo que nunca nos diran -decirlo lo pueden para eso hay liberdad- - que con gusto siempre estamos "echando un capote". Pues el de ahora va a ser de oro y grana. El otro día estuvimos hablando con MAXIMINO (no nos acordamos del apellido y por el apodo no nos gstallamar y menos aquí) el de la
calle Parra, que tenía un hermano disminuido que se llamaba Pedro, del que nos acordamos casi todos los viernes; cuando el facultativo aconseja de ir cogiendo pequeñas cosas con los dedos e ir echando en algun
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