Soñé tantas cosas de niña, viendo por primera vez en mi vida los
fuegos artificiales en esa misma fecha de años ha... Unas se hicieron hermosísimas realidades; otras no, todavía, jajaja... Es bueno no dejar de soñar nunca. La vida es muy bella; lo que ocurre es que tendemos a fijarnos más y recordar las cosillas desagradables.