ADP, sobre las máquinas de escribir se podría escribir mucho porque mucho hemos escrito en ellas. Personalmente te diré que me trae buenos recuerdos. La primera y en la que yo aprendí a escribir era de mi padre, era una Olivetti portátil (todavía la guardamos). Aprovechaba cuando ella estaba libre para practicar y coger pulsaciones. Más tarde y todavía viviendo en Membrío me vine a Cáceres para sacarme el título en Taquigrafía y Mecanografía, y allí en la academia había algunas parecidas a esta. ... (ver texto completo)