Quien así lo haya decidido su decisión es muy ejemplar y se merece premio por conservar lo antiguo y más en nuestro pueblo que lo antiguo desaparece por encanto tanto en la Iglesia como en la calle y otros lares.
Pero porque no entiende que el progreso e innovación deben ir cogido de la mano de la
tradición, y nuestro
pueblo no es muy tradicionalista que digamos... se cansan enseguida de todo: explotan como un cohete y se desipan como una gaseosa de bolindre. SALUDOS