Ahora el tiempo no es como antes y será por lo del “cambio climático” y es que vaya truenos, relámpagos y aguaceros que caían en verano que más de uno me bautizó. En esa esquina estaba la cochera o donde metía la carreta el Sr. Nicolás y cuando en verano durante la siega o en la era había amenaza de tormentas los labradores por la tarde venían al cortijo y en esa cochera pasaban la noche viendo los relámpagos y truenos y de dormir cuando la noche se calamara.
¡Jesús, Jesús…………….. bendita vida la de los labradores!.