El ejercicio físico siempre es un hábito saludable, pero si queremos luchar contra la retención de líquidos es fundamental olvidarse del sedentarismo. No es necesario realizar una práctica deportiva extrema, por lo que solo con andar un poco cada día notaremos los efectos beneficiosos para nuestro organismo. Si tu trabajo te obliga a estar sentado o sentada durante gran parte de la jornada, es recomendable realizar periódicamente ejercicios como mover los dedos de los pies y levantarse...