¡Otra cosa…! Nos “piden” comentario de los molinos. Pues hagamósle caso a la “Organización”.
(1) Es verdad – por lo menos antes – visitar los molinos harinero de los ríos Salor y Tajo, era una atracción en vacaciones y en el mejor momento Semana Santa; cuando los campos están aún (decimos aún, porque si no llueve… y encima tenemos la contrariedad este año de no “mover santos”) floridos y hermosos y cuando aún corre algún que otro regato (en otras partes les llaman arroyos). Mucho aún desconocemos…... El molino tiene pinta de ser grande y siendo así llegarían muchas caballerías o carruajes cargados con trigo a moler para hacer el pan de cada día.