La danza alegre comienza cuando está afinado el corazón y el acordeón.
Afina el acordeón para nosotros, ni muy alto ni muy bajo, y haremos palpitar los corazones de los Membrilleros.
“La cuerda demasiado tensa se rompe, y la música se va; la cuerda muy floja queda muda, y la música muere;
Maestro, afina el acordeón para nosotros y muéstranos la sonrisa oculta de tu música.
Buen día Maestro. Un abrazo para ti y dos para tu querida esposa.
Escrito por. Don Francisco Caso Ramírez-26/05/2012-foro