(3) …. nos “desvivíéramos” por saber tocarlas. El momento más emotivo era sin duda alguna, ayudado por dos compañeros, estratégicamente puestos en el coro y la escalera, te decían a viva voz. ¡Ahora….! Es que el cura empezaba a entonar.“ Gloria in excelsis Deo “; y D. Antolín (el secretario del Ayuntamiento) con voz de barítono desde el coro contestaba al mismo tiempo que…. CONTINUARÁ. Saludos.