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La serrana de la Vera, MEMBRIO

“LA VIDA NO ES COMO ES… SINO COMO LA RECORDAMOS”26. V parte.

No nos tire “VIRGO” de la lengua con estos de las historias extremeñas que es peor. ¿Tú crees que cuando vamos al Sur una y otra vez vayamos al centro de interpretación del camaleón…? ¡Cuántas veces nos hemos preguntado: que si en Extremadura no hay o habido ningún animal en vía de extinción…! Pues ahí muy cerca tenemos al lobo, que ha alimentado cuentos y leyendas… y muchas veces verdades o realidades como la que recogimos nosotros...
LA VIDA NO ES COMO ES… SINO COMO LA RECORDAMOS” 23. V Parte

¡Pues en buen sitio has ido a poner la era, "VIRGO"! ¡Con qué entusiasmo se barría el lugar donde se iba a poner la era! Pero esto es otra cosa distinta. Veamos. Aquí donde se piensa… no todo el mundo por suerte: que las tradiciones son antiguallas del pasado y monótonas por excelencia; donde es fácil confundirla con la historia y no es así… porque entonces tendrían las tradiciones la frialdad de la distancia en el tiempo y la inercia...
Buenos días. Hoy ya hemos cumplido "tirando del carro" o ''arrimando el hombro", así que nadie podrá acusarnos de que somos vagos.
Cuantas historias interesante en Extremadura poco conocidas porque los medios de comunicación nos tienen en el olvido, si fueran de otros lugares todo el día nos estarían dando la paliza. Saludos.
3- Romance. La serrana de la Vera.

Entre Piornal y Garganta, no muy lejos de Plasencia,
relatan viejos romances, una historia verdadera.
Han pasado varios siglos, de los hechos que recuerda
y aún la cantan los copleros, y la gente lo comenta.
Entre peñas y jarales, y profundas torrenteras,
una joven habitaba, mitad mujer, mitad fiera.

Asustados trae a los hombres, que se acercan a la sierra,...
2- Romance. La Serrana de la Vera.

En el camino de Garganta, cinco leguas de Plasencia,
habitaba una serrana, alta, rubia y sandunguera.
Vara y media de cintura, cuarta y media de muñeca,
los cabellos que tenía, hasta los zancos la llegan.

Cuando tenía ganas de agua, se subía a las altas peñas,
cuando tenía ganas de hombres, se bajaba de la sierra.
Vio venir a un serranillo, con una carga de leña,...