LAS MANTAS FINAS.
Varias investigaciones han demostrado que cuanto más pesada sea la manta, más fácil te dormirás. Esto se debe a que el tacto fuerte pero suave de estos tejidos relaja, favoreciendo una sensación de calma y comodidad gracias a lo que se conoce como presión del toque profundo. Con esta presión suave al cuerpo, nuestro cerebro segrega serotonina, la hormona de la felicidad que se transforma en melatonina ante la ausencia de luz. Por el contrario, el tacto ligero de las mantas más...