El hielo en este pueblo fue algo extraordinario; había un señor que lo vendía… no lo fabricaba (no decimos su nombre para poner a funcionar nuestras neuronas). La bebida de los bares se poner con hielo en grandes bidones… o en pozos para refrescarlas: pozos de la tía Sara Limón Limón, el de la tía Pascuala Guillen Pardo (ya no sabemos si erara Pardo Guillen o Guillen Pardo, ¡vaya memoria la nuestra! Pozo de la tía Isabel Calzo, etc. Así que tiempos después no era novedad encontrarse botellas en ellos... Pues si... se agradece ahora el hielo. SALUDOS.