Cada vez menos en presencia de los fuegos artificiales nos acordemos de nuestro aguacil municipal Nicolás Cornejo Pacheco y es que el tiempo lo devora todo... Y eso que hace 41 años que nos dejó. Poca gente se acuerda o veo de montar aquellas ruedas o castillo de fuegos en aquella cárcel lúgubre llena ce cenizas de los braseros, que había que reparto entre las escuelas y el Ayuntamiento, que cuando se agobiaba por la presencia infantil, decía aquellas mágicas palabras que nos hacia desaparecer: "Quitarnos,...