La carta concluye que «el enemigo no es Vox, ni el PP, ni Ciudadanos, el real enemigo es la falta de creatividad interna para una gestión eficaz de los recursos públicos de quienes podéis hacerlo ahora, sumado a la nula capacidad de consensuar con quien no piensa como nosotros […]. Los empresarios no son tampoco los enemigos, gobernamos, pues aceptemos el sistema, sin empresarios no hay trabajadores».
Y señala para terminar que «al final nos sucede...