RELATOS AL ATARDECER-CCLXVI
HÉRCULES Y ATENEA. Caminaba Hércules por un camino muy estrecho cuando se encontró una manzana en medio. La aplastó con el pie, y entonces la manzana dobló su tamaño.
Molesto, Hércules usó su enorme maza y la golpeó de nuevo. Pero la manzana entonces ocupó más espacio. Y por más que la golpeaba, la manzana crecía más y más.
Desesperado, y al ver que la fruta ocupaba ya todo el ancho del camino, se sentó en el suelo. Entonces se acercó su hermana, Atenea, y al verlo...