OCURRIÓ EN PLENA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
. El 21 de marzo, el mariscal Soult envió a la ciudad de Cáceres un escuadrón para exigir el pago de 600.000 reales. Si los cacereños no cumplían con esta petición, serían saqueados a la fuerza y el corregidor, fusilado. El panorama no pintaba bien, pero aun así, Gómez Becerra se negó, por lo que fue condenado a muerte. Cuando esta amenaza llegó a oídos de Pedro Cayetano Golfín y Colón, que descansaba en el Palacio de Arenales, su segunda residencia, como...