RELATOS AL ATARDECER-CCCXXXI.
LA TRAMPA PARA RATONES. Erase una vez en una granja un ratón escondido en un agujero en la pared. Un día, mientras se asomaba hacia la cocina, vio como el granjero y su esposa organizaban los artículos que acababan de comprar. El ratón enseguida se dio cuenta Asustado, se volvió a meter en su escondite y de allí corrió a toda velocidad a avisar a los animales de la granja. Pero le recibieron con indiferencia.
Han comprado una trampa para ratones, le contó a la gallina.... Al gato no le gusta dormir en el suelo y con los gestos que hizo entendimos que quería una cama digna que por derecho puede ser que le corresponda pero de la obligación de cazar ratones es otro cantar.