RELATOS AL ATARDECER - CCCLVII
EL AGUA TURBIA. Un maestro se encontraba caminando acompañado de sus discípulos. Pasaron junto a un lago y pidió a uno de sus alumnos que le trajera agua. Pero cuando éste se acercó vio que había gente lavando la ropa, dejando el agua fangosa y turbia. El discípulo regresó y dijo: Maestro, el agua no es apta para beber. Entonces es mejor que descansemos junto a este árbol, respondió el maestro.
Una hora después solicitó al mismo discípulo que regresara al lago y le...