TODOS QIEREN SER SEÑORIO.
No es fácil ser Señorío de Montanera, que además tiene un control escrupuloso de cuánto cerdo se puede permitir una finca y cotejar la calidad del cerdo. "Tenemos aforado al cerdo dentro de la dehesa y sabemos cuánta superficie tiene y qué producción de bellotas puede tener. En función de eso, cada socio sabe cuántos cerdos realmente puede criar, o si se trata de una finca con más alcornoque o de más encina, que también influye", advierte.
Lo que sí es cierto es que el...