EL LOBO Y LA HUMILDAD.
Cuando un LOBO va perdiendo la pelea contra otro lobo y entiende que ya no tiene posibilidades de ganar, el lobo perdedor ofrece apaciblemente la yugular al oponente, como si dijera ”Perdí, acabemos con esto de una vez”... Sin embargo, en ese momento tiene lugar lo increíble.
El lobo ganador, inexplicablemente, se paraliza. Una fuerza milenaria le impide matar al que desde la humildad reconoce la derrota. Algún mecanismo primario, incrustado en el ADN o mas allá de el, se...