(2)…. está en buenas condiciones, puesto que se ha usado ya para todo y ahora en desuso: no como este que está en bastante estado de conversación. No muy lejos –perdona que sepamos donde están todos los chozos más o menos relevantes… es por habernos criados en el campo – que era conocido por “El Chozo de Nochebuena”; done las diversas familias de pastores se juntaban para pasar la noche de Nochebuena; ya saben todos ustedes aquello de:…. CONTINUARÁ. Saludos (1) La verdad es que oír o decir “Los Chozos” sabemos a lo que nos referimos; tan así que va camino si ya no lo es, un signo de identidad de Membrío: no en vano, este año el nuevo calendario que promociona y patrocina la Diputación, lo ha cogido como portada. Lástima que otro chozo – menos conocido y popular – el “Chozos de los guardias”…. Sí, hemos dicho chozo y no caseta, que no… CONTINUARÁ. Saludos. En realidad, amiga Coguta, los sentidos nos hacen ver imágenes que nos inspiraron. A veces nos gustaría acordarnos de los detalles más insignificantes, pero vemos que es como coger el agua del mar con las manos. Quizás yo tenga esa imagen del invierno, de igual forma que la tengo de la lumbre, escuchando a mi tío historias de lobos. Asocio el rebaño, en Parral, con el invierno y la primavera. Es posible que también bajasen pastores de León (había mucha trashumancia), de hecho creo tenerlo en el disco... Creo, Francisco Javier, que vas a tener razón en lo de los chozuelos, tal vez fuera en invierno, aunque no se porqué a mí se me van los recuerdos a los veranos. Es cierto que en verano los pastores se ivan a la sierra como le decian entonces, en mi època si mal no recuerdo, creo que la transhumancia se hacia a Leon, no recuerdo (los de Aquilino)
me parece que yo soy mas vieja que tú, los pastores de Parral en mi época eran otros. Me encantaría contar muchas cosas de esa época y de esos lugares,... Amiga Coguta: Yo me acuerdo perfectamente de esa especie de chozuelo pequeño, donde pasaba las noches del invierno el pastor (sólo cabía uno). Tenían unas agarraderas para trasladarlo según los “acostaeros” de las ovejas. A mí, me imponía mucho ver aquella puerta tan pequeña por donde se metían, y la cama de retama con las mantas encima. Allí pasaban las noches del rudo invierno, lloviese, tronase o cayesen chuzos de punta. Lo que no recuerdo bien era lo del verano. Siempre que los recuerdo los asocio...