Esta es la típica
foto que a las madres les gusta tener a mano con todo el cariño, para enseñársela a las vecinas y vecinos, pinchándola en el primer cuadro de la
casa que tienen al alcance. Como no estuvo protegida por el cristal, las moscas se encargaron de hacer el resto, más bien de soltar el resto, dándole un toque pecoso al retrato. Hoy en día parece que no cagan tanto. ¡Cuánto molestan las dichosas moscas!. Siempre me acuerdo de lo que decía D. Celestino: ¡A las moscas pesadas e impertinentes hay que dejarles dos
puertas abiertas, una para que entren y otra para que salgan!. Después terminaba con su célebre frase: ¡entiendes, verdad, comprendes!. La verdad es que está muy claro y vale de aplicación tanto para los dípteros como para algunos bípedos. Sigamos…Rescatamos la foto del cuadro para mostrárosla, aunque la
esquina de arriba se quedó en el marco. De los personajes no tengo nada que decir,…… sobran las palabras con sólo mirarlos.
Besos para todos.