Mi admiración, para Catalina, una mujer que no pierde la sonrisa, a pesar de las dificultades que ha pasado por la vida.
El día 15 de agosto, estuve sentado con ella en la
puerta de la
iglesia, y después de saludarle, no se pero salio el tema de las poesía y me dijo que las había escrito y las vendía, le hice de ir a buscarla antes de que empezara la misa y desde aquí quiero felicitarla, los de Vitoria si la veis decírselo. Un saludo para todos