¡Qué
carro más cojonuo!
El sistema de avituallamiento fue la releche, pensado para portadores estreñidos que no acusan flojera.
Me traigo los buenos recuerdos de esa tarde con todos los
amigos y
amigas; la impronta de Fernando tirando del carro; un trapo con los bordes repulgaos por la suegra de CaPi, para limpiarme el sudor; y, sobre todo, esos tragos de mahou´s que me daba Ca Jacé en los chimpúm de cada canción.
Atrás quedan los viejos tiempos en los que las cervezas eran como “meá de
vaca”.