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Calle desierta, MEMBRIO

Ya ha pasado la hora de misa y el vermut, ¿Hay alguien asomado a la ventana?, si en la calle no están en casa tienen que estar.
Me río, pero el miedo a las tormentas no tiene límite. Todos hemos conocido a personas de Membrío con mucho miedo a las tormentas (no diré nombres) haciendo de las cosas más originales que te puedas imaginar.
Hola chengue se te saluda, hablando de tormentas, en los días que estuve en el pueblo en el mes de Agosto, me contó Juan B., vecino mio del pueblo, que estando en el descorche con mi padre y otros hombres del pueblo, estando en la Jabalina le sorprendió una tormenta y todos se guarecieron junto a la corchera y debajo de los alcornoque y me contaba que mi padre se quitó la camisa y se quedó en medio del descampado con todo lo que llovía, por lo visto previniendo de que pudiera caer un rayo en los...
En Membrío, hace muchos años, había unas tormentas terribles. Te acuerdas de las bombillas que había en las cuatro esquinas del pueblo; se fundían y el pueblo quedaba completamente a oscuras; empezaban a funcionar los candiles y las velas; algun@s nos acostábamos, otros con los pies en la taremilla, tocando madera. ¡Que miedo!

Un abrazo
CHENGUE, que me ha faltado mandarte un abrazo. Ahí va.