Nuestros sentimientos, al igual que las notas musicales, vibran entremezclándose en sinfonías de alegrías y de tristezas. Nacimos para vivir así, y así hemos de aprender a vivir, porque así es la vida. Antes, nuestro querido Floro; después, nuestro querido Francisco; ambos pusieron esos acordes tristes en nuestras recientes sinfonías; pero la música, si algo bueno tiene, es que siempre permanecerá viva.
UN SALUDO A TODOS y FELIZ DÍA ¡Extremadura, sí, Extremadura!
Paño verde, blanco y negro,
de esperanza,
pureza y sentimiento.
Desde el cielo más azul
del firmamento
descolguemos orgullosos esa falda
que lucen con alarde nuestras madres,
altivas, arrogantes, con talento,
concienciadas... ¡Extremadura, sí, Extremadura!
¡Estremézcase tu piel parda,
piel dura,
y reluzca en tu mirada
la esperanza!
¡Que rebrote de la tierra
tu bravura
y en tu frente
brille el sol
de otras mañanas!... ¡Extremadura, sí, Extremadura!
¡La de gritos que aún retumban
en tus campos
contra el eco de lucrados consentidos!
¿Y aún caminas voceando
tus lamentos,
cuando al frente, al costado,
y a tu espalda,
vas quedando
sin pudor, negando historia,... EXTREMADURA, Sí, EXTREMADURA!
¡Extremadura, sí, Extremadura!
Entre rosas empuñadas bajo un vuelo de gaviotas...
Esperando.
Marañas de poder
cubren tus campos
y tus pueblos
de níveos encalados.
Y dolosas aún entonan tus rapsodas...