Yo conozco muy bien ese lugar y lo tengo calificado: “Tierra de Santos”. Cuando por ese camino íbamos al pozo para llenar los cantaros de agua para beber en la era, e incluso por otros muchos lugares había que ser algo toreros, Los Murieles tenían una ganadería de toros bravos y estaban por toda la finca, pasábamos entre ellos y se quedaban mirando e incluso se acercaban pero nunca pasaba nada, eso sí, nos aplicábamos los consejos que nos daba el señor Nicolás: no espantarlos, no pararnos mirándolos,... ¡Claro que algunos dirán... "bajando a la izquierda estaba el chozo"!; pero otros no lo sabrán. SALUDOS.