¡Ay este pozo también...!, en una huerta abandonada que hasta los años sesenta fue un auténtico vergel. Con Vicente Anduro (el de la ambulancia) llegamos a jugar por ella y al fútbol (pelota se decía antes) en su era, ¿qué demonios haríamos también nosotros por allí? ¡Ah sí...!, teníamos dos tios carnales. SALUDOS.