una zorra señorial, MEMBRIO

(12 de Julio de 2010)
Felices sueños.

"Pero yo no estaba muy tranquilo. Me acordaba del zorro. Si uno se deja domesticar, corre el riesgo de llorar un poco..."
–Sí.
– ¡Lo tenemos que ver!
Coge la mujer, se baja los pantalones, y vieron que estaba
capao, y dice:
– ¿Ves tú? También está capao.
Y dice la mujé:
–No te apures, que eso se soluciona mu bien. –Dice– Mañana,
me visto yo con tu ropa, y cuando lleguen, pues...
Y en efecto, llegaron y dice:
–Tío Pepe –dice–, ¿qué hay? ¿Se ha capao usté?
Dice:
Es que el zorro disimuló que no le dolía, para que el lobo también
le caparan, ¿sabes? Luego le obligan, le dicen al tío Pepe que tiene
que caparse él, el lobo y el zorro, ya de que vinieron un día a verle,
porque pensaron que se había reído de ellos; y le dicen al tío Pepe
que tiene que venir capao él. Y el hombre llegó a casa acobardao,
llorando.
Y dice:
– ¡De gusto!
Y claro, de que ya pasa el lobo, y le dio el corte y le dolió:
– ¡Ay, zorrito, de que te coja!